A finales de verano, en una cena con amigos, me llamó la atención el uso de la acepción Ser de luz. En la conversación, una pareja hablaba de un compañero de sus hijos. Un chaval con ciertas características que le podrían convertir en víctima de burlas e insultos según los padres. Cuando estos advirtieron a su hijo que este chico podía ser objeto de discriminación por parte de los compañeros y había que protegerlo, su hijo contestó extrañado:
Ojala nos cruzásemos con más personas así a lo largo del día y sobre todo en momentos críticos. Es tan sencillo sonreír y lo hacemos tan poco. Una sonrisa de un desconocido o una palabra amable es mucho más de lo que imaginamos, puede darnos un minuto de aliento para seguir o arreglarnos el día. Tratemos de ser buena gente.
Ojala nos cruzásemos con más personas así a lo largo del día y sobre todo en momentos críticos. Es tan sencillo sonreír y lo hacemos tan poco. Una sonrisa de un desconocido o una palabra amable es mucho más de lo que imaginamos, puede darnos un minuto de aliento para seguir o arreglarnos el día. Tratemos de ser buena gente.
Totalmente Bego. La verdad es que cuesta muy poco y puede marcar una gran diferencia. Ser amables es gratis. Un abrazo!