Desde luego que nos ha pasado. Nos pasa casi a diario. Y no aprendemos a decir que no, a poner límites, a hacernos "el tonto" y ver si otro lo hace. Y luego comprobamos que nadie nos lo agradece. Pero ... estamos satisfechos porque es lo que aprendimos de nuestros padres y cuando nos sentimos tan "pringaos" sabemos que ellos estarán muy contentos de que aprendimos la lección y el ejemplo que nos dieron.
¿Y nuestros hijos? Pues mi experiencia es que, aunque reniegan cuando les insistimos machaconamente en algo, al final lo aprehenden y lo ponen en práctica. Y estoy seguro de que, cuando se sientan angustiados por ese exceso de responsabilidad y se paren a pensar que bien podrían ser de otro modo, nos recordarán y sonreirán para sí mismos.
Gracias por tu texto. Me ha gustado mucho. Un cordial saludo
Cómo entiendo lo que dices. Sí, me ha pasado. De niña, de adulta, antes, ahora, a cada momento... Me pillas en días de pico de trabajo. Mucho, mucho... Y soy la tonta que lo recoge todo... Tú ya sabes. Pero como bien dices, me aferro a mis valores. Y duermo tranquila cada noche sabiendo que hice todo lo que pude. Ah! Y pensando en Halloween... que yo solita también me genero presiones....
A ver si mañana puedo hacer las fotos... que voy mal! jajajajjajaja
Un gusto leerte una vez más. Y no sentirnos tan bichos raros.
Al observar a mi hija siempre me hago la misma pregunta, ¿es genético sus comportamientos y/o podemos influirles tanto? Aún no tengo clara la respuesta.
Solo espero que no le ahogue en determinadas situaciones esa responsabilidad.
Veo que hay preguntas que nos hacemos más personas. Yo tengo claro que somos un espejo en el que se miran pero cuando son muy pequeños y ves ciertas actitudes, siempre me pregunto de dónde viene.
Desde luego que nos ha pasado. Nos pasa casi a diario. Y no aprendemos a decir que no, a poner límites, a hacernos "el tonto" y ver si otro lo hace. Y luego comprobamos que nadie nos lo agradece. Pero ... estamos satisfechos porque es lo que aprendimos de nuestros padres y cuando nos sentimos tan "pringaos" sabemos que ellos estarán muy contentos de que aprendimos la lección y el ejemplo que nos dieron.
¿Y nuestros hijos? Pues mi experiencia es que, aunque reniegan cuando les insistimos machaconamente en algo, al final lo aprehenden y lo ponen en práctica. Y estoy seguro de que, cuando se sientan angustiados por ese exceso de responsabilidad y se paren a pensar que bien podrían ser de otro modo, nos recordarán y sonreirán para sí mismos.
Gracias por tu texto. Me ha gustado mucho. Un cordial saludo
Muchas gracias por tus palabras Joaquín. ¡Bienvenido!
Cómo entiendo lo que dices. Sí, me ha pasado. De niña, de adulta, antes, ahora, a cada momento... Me pillas en días de pico de trabajo. Mucho, mucho... Y soy la tonta que lo recoge todo... Tú ya sabes. Pero como bien dices, me aferro a mis valores. Y duermo tranquila cada noche sabiendo que hice todo lo que pude. Ah! Y pensando en Halloween... que yo solita también me genero presiones....
A ver si mañana puedo hacer las fotos... que voy mal! jajajajjajaja
Un gusto leerte una vez más. Y no sentirnos tan bichos raros.
Un abrazo
Me suena eso de recogerlo todo. Y hacer lo que toque en cada momento. Mucho ánimo con ese pico de trabajo.
Respecto a las fotos de Halloween, seguro que son preciosas.
¡Gracias Eva!
Al observar a mi hija siempre me hago la misma pregunta, ¿es genético sus comportamientos y/o podemos influirles tanto? Aún no tengo clara la respuesta.
Solo espero que no le ahogue en determinadas situaciones esa responsabilidad.
Gracias por escribir Isabel.
Veo que hay preguntas que nos hacemos más personas. Yo tengo claro que somos un espejo en el que se miran pero cuando son muy pequeños y ves ciertas actitudes, siempre me pregunto de dónde viene.
Muchas gracias a ti Juan por leerme.