Me ha encantado Maribel. Yo también me veo reflejada, hago lo mismo, retraso el gran momento de abrir la revista por la página de decoración del salón que me gusta, con esas flores frescas en sus jarrones y la mantita sobre el sofá donde te tumbarías para leer y ver el fuego de la chimenéa. Al igual que ese vestido en la parte central de la tienda, donde das un rodeo como para dejar al final lo que más te ha gustado. Llega el otoño. Disfrutemos de él. Y tu sigue escribiendo y reflejando tus sentimientos y sensaciones, que tanto se parecen a las nuestras. Enhirabuena
Buenos días Isabel, me ha encantado tu texto de hoy porque me veo tan reflejada en ese soñar...en ese idealizar la vida hogareña. Lo mismo me pasa con algunas películas donde las familias disfrutan de una comida tranquila, sin peleas, sin malos rollos y terminan jugando a juegos de mesa en amor y compañía. Esta claro que no todas las familias son iguales y que pretender ser como los de las revistas o las películas es solo un deseo de lo que no tenemos. Habrá que disfrutar de nuestras situaciones y seguir soñando con una taza de café en la mano, un libro y mirar por la ventana a falta de porche. Un abrazo
Me ha encantado Maribel. Yo también me veo reflejada, hago lo mismo, retraso el gran momento de abrir la revista por la página de decoración del salón que me gusta, con esas flores frescas en sus jarrones y la mantita sobre el sofá donde te tumbarías para leer y ver el fuego de la chimenéa. Al igual que ese vestido en la parte central de la tienda, donde das un rodeo como para dejar al final lo que más te ha gustado. Llega el otoño. Disfrutemos de él. Y tu sigue escribiendo y reflejando tus sentimientos y sensaciones, que tanto se parecen a las nuestras. Enhirabuena
Gracias Maribel. Seguiremos saboreando ese pequeño momento de placer. Gracias!
Buenos días Isabel, me ha encantado tu texto de hoy porque me veo tan reflejada en ese soñar...en ese idealizar la vida hogareña. Lo mismo me pasa con algunas películas donde las familias disfrutan de una comida tranquila, sin peleas, sin malos rollos y terminan jugando a juegos de mesa en amor y compañía. Esta claro que no todas las familias son iguales y que pretender ser como los de las revistas o las películas es solo un deseo de lo que no tenemos. Habrá que disfrutar de nuestras situaciones y seguir soñando con una taza de café en la mano, un libro y mirar por la ventana a falta de porche. Un abrazo
Ay sí Bego. Seguiremos soñando. En esas películas también me veo yo. Por una vez, o algunas más, estaría bien.
Muchas gracias por tu comentario.