Qué ternura me da cuando me veo en alguna foto de pequeña y qué consciente soy de lo mal que me he tratado a veces... Ayyyyyy.... La vida..... Todos los días podemos poner el contador a cero, eso consuela 😃
Muchas gracias, Fernando. En mi familia somos de pocas fotografías. De hecho, de esa época adolescente creo que las puedo contar con los dedos de una mano.
Toparte de pronto con alguna que no esperas puede ser una experiencia.
Buenos días. Visitarnos de vez en cuando es un ejercicio muy sano y sobretodo valiente, porque siempre esperaremos escuchar reproches de lo no logrado o de las promesas olvidadas. Quizás explicando a nuestro yo el por qué de esos cambios, de las circunstancias que hubo que capear, y contarle todo aquello que nunca imaginó lograr y ahora ha conseguido nos traiga tranquilidad con uno mismo e incluso le arranquemos a la foto una sonrisa de quien descubre algo nuevo y bueno en su vida de repente. Buen Domingo.
Gracias, Pablo. Lo más difícil a veces es reflexionar y explicarse a uno mismo el porqué del recorrido vital. A veces lo evitamos. Por miedo quizás. Si analizamos, seguro que encontramos buenas respuestas.
Buenos días, Isabel! He sonreído al leer tu publicación porque minutos antes había publicado yo una nota sobre la infancia. Que bonito es reencontrarse con esa parte de una misma que tiene preguntas y miedos y a la cual tú puedes responderle.
No deberíamos alejarnos de esa parte de nuestra vida, aunque a veces, sea difícil prestarle la suficiente atención.
Qué ternura me da cuando me veo en alguna foto de pequeña y qué consciente soy de lo mal que me he tratado a veces... Ayyyyyy.... La vida..... Todos los días podemos poner el contador a cero, eso consuela 😃
Wow! No leí este texto. Me has emocionado. Mucho.
Gracias Eva. Hoy estoy con la lágrima floja. No sé si es porque se acerca mi cumpleaños.
Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Es precioso. Me encanta. Gracias
Muchas gracias. 😘
El valor de guardar esos retratos es incalculable. ¡Me alegra mucho tu experiencia!
Muchas gracias, Fernando. En mi familia somos de pocas fotografías. De hecho, de esa época adolescente creo que las puedo contar con los dedos de una mano.
Toparte de pronto con alguna que no esperas puede ser una experiencia.
Gracias por tu tiempo.
Buenos días. Visitarnos de vez en cuando es un ejercicio muy sano y sobretodo valiente, porque siempre esperaremos escuchar reproches de lo no logrado o de las promesas olvidadas. Quizás explicando a nuestro yo el por qué de esos cambios, de las circunstancias que hubo que capear, y contarle todo aquello que nunca imaginó lograr y ahora ha conseguido nos traiga tranquilidad con uno mismo e incluso le arranquemos a la foto una sonrisa de quien descubre algo nuevo y bueno en su vida de repente. Buen Domingo.
Gracias, Pablo. Lo más difícil a veces es reflexionar y explicarse a uno mismo el porqué del recorrido vital. A veces lo evitamos. Por miedo quizás. Si analizamos, seguro que encontramos buenas respuestas.
Feliz semana
Buenos días, Isabel! He sonreído al leer tu publicación porque minutos antes había publicado yo una nota sobre la infancia. Que bonito es reencontrarse con esa parte de una misma que tiene preguntas y miedos y a la cual tú puedes responderle.
No deberíamos alejarnos de esa parte de nuestra vida, aunque a veces, sea difícil prestarle la suficiente atención.
Un abrazo.
Muchas gracias, Elisa. Hemos coincidido hoy entonces.
Gracias por tu tiempo.