Ay Isabel, te leía y en muchas cosas era como hablar de mi vida.
Nunca me faltó nada, a pesar de que éramos seis hermanos y mi abuelo vivía con nosotros. Mi padre se pasaba el día trabajando y mi madre ajustaba todo al máximo. Me siento muy orgullosa de la educación recibida, de cómo vivíamos esos cumpleaños en casa con la familia, los primos y los tíos, con gusanitos y sándwiches vegetales aunque otros lo celebraran de una manera más sofisticada.
Trato de hacerlo lo mejor posible y como madre también me cuestiono muchas cosas, pero si tengo claro algo, Isabel: no educo en relación a las masas ni a la sociedad que exige determinadas vivencias. Educo intentando que mis hijos valoren el esfuerzo que hacemos su padre y yo, que otras personas no tengan sus privilegios y sobretodo la suerte de vivir en un hogar donde se sientan contenidos y amados. Porque eso es lo que debería importarnos. Que los niños se sientan queridos, no por lo que reciben materialmente sino de una manera espiritual, que tengan la confianza de hablar sin miedos y de contar cualquier problema que les preocupe.
Me ha gustado mucho leerte. Perdona la extensión ☺️.
Hola, mi experiencia con tres hijos es encontrar el difícil equilibrio entre protección y libertad. Cada niño es un mundo con lo que cada equilibrio es diferente. Mucho amor incondicional, atención y límites. Aguantar el miedo de dejarles ir. Y estar al quite siempre. Mis hijos son ya mayores. Y hemos pasado etapas malas y buenas. Y seguimos. Mucho ánimo y suerte. ♥️
Ay Isabel, te leía y en muchas cosas era como hablar de mi vida.
Nunca me faltó nada, a pesar de que éramos seis hermanos y mi abuelo vivía con nosotros. Mi padre se pasaba el día trabajando y mi madre ajustaba todo al máximo. Me siento muy orgullosa de la educación recibida, de cómo vivíamos esos cumpleaños en casa con la familia, los primos y los tíos, con gusanitos y sándwiches vegetales aunque otros lo celebraran de una manera más sofisticada.
Trato de hacerlo lo mejor posible y como madre también me cuestiono muchas cosas, pero si tengo claro algo, Isabel: no educo en relación a las masas ni a la sociedad que exige determinadas vivencias. Educo intentando que mis hijos valoren el esfuerzo que hacemos su padre y yo, que otras personas no tengan sus privilegios y sobretodo la suerte de vivir en un hogar donde se sientan contenidos y amados. Porque eso es lo que debería importarnos. Que los niños se sientan queridos, no por lo que reciben materialmente sino de una manera espiritual, que tengan la confianza de hablar sin miedos y de contar cualquier problema que les preocupe.
Me ha gustado mucho leerte. Perdona la extensión ☺️.
Un abrazo grande
Qué bonita respuesta, Elisa. Muchas gracias.
Leyendo tu mensaje, siento que mis dudas no tienen mucha importancia. Coincido en que eso es lo más importante, el sentirse queridos.
Pero tiene tanta fuerza la masa, la inercia, que a veces me da un achuchón que me hace dudar de todo.
Gracias por tu comentario. Me alegra que te haya gustado.
Un abrazo.
Mira lo que he leído en la News de @maximo gavete jajajaj por lo menos no estamos solos. https://youtube.com/watch?v=fT2JtlKR7eg&si=L-ATdPHee2FZvJ0I
Sí, eso seguro. Somos un batallón con dudas.
Gracias!
Hola, mi experiencia con tres hijos es encontrar el difícil equilibrio entre protección y libertad. Cada niño es un mundo con lo que cada equilibrio es diferente. Mucho amor incondicional, atención y límites. Aguantar el miedo de dejarles ir. Y estar al quite siempre. Mis hijos son ya mayores. Y hemos pasado etapas malas y buenas. Y seguimos. Mucho ánimo y suerte. ♥️
Me parece un consejo muy sabio. Hay épocas, momentos, en que parece que lo tienes. En que las cosas fluyen... otras, no tanto.
Muchas gracias por tu comentario.
Un abrazo.