El otro día en clase de inglés hablamos del éxito.
—¿Qué es para ti el éxito? —nos preguntó la profesora.
—¿Te consideras una mujer de éxito?
Antes de contar mi respuesta debo aclarar que las clases de inglés han sido para mí siempre como una especia de terapia. En mi caso, hablar en inglés es como apretar un resorte que activa la máquina de la verdad. Si mentir para mí es francamente difícil en castellano, en inglés es tarea imposible.
Así que allá fuimos con nuestras respuestas sobre el éxito.
El éxito más que algo relacionado con dinero, con posición social, con reconocimiento.. tiene que ver con felicidad. Y la felicidad a su vez con estar en calma, con encontrar de alguna manera el equilibrio. Es conseguir alinearte con tus valores, con lo que quieres en la vida, construir y vivir la vida que quieres. Esa podría ser una definición de éxito.
Éramos dos personas en clase, las dos mujeres, de la misma edad y con una situación parecida. Cuando nos tocó contestar si nos sentíamos exitosas, ambas contestamos que no. La profesora, más joven, sin hijos, se sorprendió por nuestra respuesta unánime, comentó que no entendía por qué. Dos mujeres que consiguen conciliar vida profesional con una familia, que tienen un trabajo estable, que son profesionales en sus áreas… no lo llegaba a entender.
Me quedé pensando en ello. Esa idea que anida en tu cabeza y va haciendo crecer raíces y ramas y te enreda. Tras algún tiempo de reflexión ahora mismo diría a mi definición del éxito un sonoro ¡Pamplinas!
Porque aunque en teoría y en mi cabeza estoy convencida de que el éxito debería tener que ver con la consecución de la felicidad, también creo que tiene que ver con dos ingredientes: reconocimiento social - somos seres sociales por naturaleza - y amor propio.
Éxito porque haces algo que de alguna manera es reconocido por otros, por las personas que tienes alrededor. Y un amor propio que suponga el reconocimiento personal de nuestros logros y fortalezas. Un amor propio que habla de querernos bien y saber darnos la palmada en la espalda por todo, lo poco o lo mucho que hemos ido construyendo en la vida. Un amor propio que nos reconcilie con nosotras mismas y nos mire con algo de indulgencia.
¿Qué es lo que nos hace decir que no somos exitosas? ¿Qué no hemos conseguido?
En mi caso creo que tiene que ver con una búsqueda constante, con la construcción de un camino, con la idea de que queda mucho que recorrer y que construir. Con un “work in progress” que nunca se detiene. Con mucha exigencia también.
Pero creo que estaría bien pararnos de vez en cuando y echar la vista atrás para mirar con ojos generosos todo lo que hemos construido, los retos que hemos superado, y reconocer que hemos hecho grandes pequeñas cosas. Acciones, logros que quizás han cambiado aunque sea mínimamente la vida de las personas que tenemos a nuestro alrededor.
Pequeños logros que quizás suponían un verdadero reto para nosotras y al superarlos nos han hecho crecer e ir formándonos como personas.
Nos pasamos la vida quejándonos de la falta de empatía de las personas a nuestro alrededor, del poco reconocimiento de nuestro trabajo, de todo aquello que hacemos cada día. Y somos nosotras y nosotros mismos los que no nos permitimos ni un ¡qué bien me ha salido esto! ¡Cómo me lo he currado! ¡Qué bien lo has hecho! ¡Cuánto has avanzado!
Creo que es importante, aunque sea de vez en cuando, echar la vista atrás y felicitarnos por todo el camino andado, por todo lo que hemos ido superando. Por cómo hemos ido creciendo y mejorado con el tiempo.
Mirar a esa niña que un día fuimos y decirle: mira todo lo que has conseguido.
Amén. En la formula de la felicidad faltaría añadir la suerte de cruzarse en la vida con personas sumadoras (aquellas cuya presencia en la vida de uno, suman felicidad)....o la mala suerte de que éstas sean restadoras....y cómo tanto unas como otras influyen en la felicidad de uno mism@......y sobre la escritura...a ver cuándo te decides a que ésta llegue a más y más gente.....
Me gusta mucho como escribes. Estoy totalmente identificada con lo que dices y sientes. Que suerte poder expresarlo con esa claridad y precisión. Si, puedes estar orgullosa. 😍