La luz que queremos
Los primeros días del mes de diciembre han marcado tradicionalmente el inicio del despliegue de la decoración navideña. Los tonos rojos, verde abeto y blanco nieve invaden escaparates mientras cientos de bombillas iluminan la naturaleza urbana con más o menos acierto.
Una iluminación que apela a nuestro yo más infantil. A una época cargada de fantasía. O al menos a la idea de una fantasía y una ilusión compartidas.
En esta puesta en escena, la luz tiene una importancia fundamental. Una iluminación que tiene la capacidad de transformar un lugar anodino en un paisaje de ensueño.
Bombillas que tienen el poder de cambiar la energía de una estancia. Lo vemos constantemente en decoración. Las luces marcan la diferencia entre un sitio acogedor y uno desangelado, entre un paseo nocturno con encanto y uno en el que el entorno nos pasa totalmente desapercibido.
Hace un par de días pensé en ello al cruzar una pasarela peatonal de madera en Aínsa, en el Pirineo Aragonés.
La luz marca la diferencia.
Entre un sitio del que quieres huir sin mirar atrás y otro en el que te quieres quedar.
Y trasladé esa idea de los lugares a las personas. ¿Qué tipo de luz ilumina tus días? ¿Y tus noches? ¿Qué tipo de luz representas para los demás? Y, un detalle nada desdeñable, ¿de qué tipo de personas/luz te rodeas?
Es evidente que muchos me diréis que dependerá del momento, de la situación, de las personas que tengamos alrededor. Quizás vamos adaptando nuestra propia luz a cada momento.
Porque podemos pasar de la luz blanca pescadería de un día tenso, a la luz mortecina de un día depre pasando por esa luz cálida de una tienda gourmet en esos días en que la vida te mece y te arrulla. O esa luz que chisporrotea cuando ríes grande y quieres fuerte.
Te invito a hacer ese ejercicio.
Imagina a las personas de tu alrededor como pequeñas lucecillas. Piensa qué te aportan, por qué te apetece estar con ellas. Imagina la luz que irradias con tus amigas o amigos cuando os juntáis para echar unas risas o en ese momento de felicidad cuando haces algo que te apasiona.
Vivimos entre luces, sombras. Nos acompañamos de personas.
Intentemos que sea con la luz que queremos.