A veces tengo la sensación de que otras personas han suplantado mi identidad; o más bien, están haciendo lo que yo quería hacer. Leo un texto sobre un tema que yo he estado rumiando y tenía listo para publicar; de pronto me asalta una novela sobre una temática que me pilla muy de cerca, con un estilo muy similar y que parece escrita por mí…
La gran diferencia entre estas personas y yo es que se pusieron manos a la obra, que dejaron la teoría a un lado, cogidita de la mano con el miedo, y la pereza, y la duda, y se lanzaron. Y consiguieron hacer realidad un proyecto.
No es que tuvieran más suerte, más contactos, más talento, que también. Es que se pusieron en marcha. Creo que es importante tomar perspectiva y ser conscientes de que lo que buscas, lo que ansías, está a un tiro de apostar, de atreverte a tirarte a la piscina. Depende básicamente de nosotras mismas.
Por otro lado, esta coincidencia en las sensibilidades, en las emociones y en las temáticas se explica también porque somos muchas personas con sensibilidades parecidas. Emociones que se asoman a las redes y toman presencia. Los perros verdes ya no son tan verdes. Ni están tan solos.
Y hablando de redes, veo en ellas a personas que me parecen inspiradoras. Personas que tienen vidas interesantes, que saben estructurar su tiempo, que saben extraer cosas bonitas a pesar de llevar una vida de locos.
Hoy mismo he descubierto a una piloto de aviones comerciales, que sale a correr al amanecer, con unas vistas impresionantes del orto bien sea en Boston, Los Ángeles, o Madrid. Además, come sano y es bella y lozana, a la par que maja. Personas que parecen sacadas de una serie de televisión americana. Y que, además, tienen una gracia especial para mostrarnos todo lo que hacen.
A veces, al conocer estas vidas paralelas, alejadas de nuestro espacio-tiempo, corremos el riesgo de sentirnos pequeñas, diminutas. Porque es inevitable la comparación. Una comparación que despierta esa vocecilla cabrona que te habla desde la duda, desde el miedo. Y te obliga a preguntarte: ¿Quién soy yo comparado con tal o cual persona? ¿Quién me he creído que soy? ¿Qué tengo yo para ser un poco especial? ¿Qué tengo yo que ofrecer? A estas alturas ¿qué vas tú a conseguir?
Y te miras un poco así de soslayo, con tu familia alrededor, sin puesta de sol, con trastos y rutinas y faenas… con mil cosas que organizar… y se te viene un poco el mundo encima.
Creo que es relevante dónde fijamos la mirada. Qué personas seleccionamos para que nos ayuden a crecer. Si me tienen que inspirar, que sea para algo que está en mi mapa, en mis coordenadas, en mi camino. No me sirve de nada observar las peripecias de alguien cuya estructura vital no tiene nada que ver conmigo (ni por edad, ni por actividad, ni por objetivos). Vamos, que voy a dejar de seguir a la piloto de aviones comerciales (aunque sea muy maja y ponga unas fotos estupendas).
Creo que es importante estar centrada hasta para eso. Porque hay espejos en los que nos podemos ver un poco más altas, un poco más activas, un poco mejor reflejadas. Hay miradas que nos pueden ayudar a crecer.
Supongo que uno de los retos está en aprovechar lo que nos inspiran esas vidas y esas historias para tomar impulso. Y por qué no, pensar que si ellos y ellas han podido, nosotras también podemos.
O al menos, podemos seguir aprendiendo y disfrutar del proceso.
Aquí puedes consultar textos anteriores de Lo dicho, Hablemos
Me ha encantado la reflexión de buscar el espejo adecuado...me ha resultado muy adecuada y no se me había ocurrido antes...pero justo a mediodía ha habido una pieza en las noticias hablando de la Lotería de Navidad que me ha dejado un tanto flasheadi. En ella decían que un número comprado por Georgina Rodriguez y mostrado en un Twit se había agotado en toda España........no puedo imaginar qué proceso mental lleva a una persona a perseguir y comprar un número por esa razón....salvo nuestra naturaleza de simios imitativos ...y ahí encaja tu acertada reflexión.....hay que buscar los monos adecuados! Bravo
Siempre he pensado que el que no arriesga no gana y de las miles de ideas que han pasado a lo largo de los años por mi cabeza, no he puesto en práctica casi ninguna. Por miedo, por pensar que el hecho de que alguien lo haya conseguido no quiere decir que yo pueda, que mis circunstancias no son las mismas.¿Y a que me lleva eso? A frustarme más y a relegar a un rincón de mi mente mis ideas...es importante el espejo pero también controlar el miedo que nos impide ponernos manos a la obra.